Intervención educativa

Evaluación temprana: Identificar las fortalezas y debilidades del niño mediante evaluaciones exhaustivas de su desarrollo físico, cognitivo, del habla y del comportamiento.
Planificación educativa individualizada (PEI): Desarrollar un plan de educación adaptado a las necesidades específicas del niño con SAF, incluyendo metas educativas y estrategias de intervención personalizadas.
Adaptaciones curriculares: Modificar el plan de estudios escolar para ayudar al niño a tener éxito, como ajustar la cantidad o el tipo de tareas, proporcionar apoyo adicional en el aula y usar recursos de aprendizaje especializados.
Entornos de aprendizaje estructurados: Establecer rutinas claras y proporcionar un entorno predecible para ayudar al niño a organizar su tiempo y mantenerse enfocado en las tareas.
Apoyo individualizado: Brindar atención personalizada, que puede incluir tiempo adicional para completar tareas, técnicas de enseñanza multisensoriales y atención individualizada por parte de los maestros.
Colaboración con profesionales de la salud: Trabajar en equipo con médicos, terapeutas y otros especialistas para abordar todas las necesidades del niño de manera integral.
Capacitación y apoyo para el personal educativo: Proporcionar capacitación continua sobre el SAF, estrategias de enseñanza efectivas y manejo del comportamiento para el personal educativo que trabaja con niños con SAF